Recién acabo de terminar una consulta con un perrito que vivía con su familia humana en Texas. Buddy trascendió hace un par de meses por una operación intestinal mal realizada y había mucho dolor en su mamá humana.
Buddy me enseñó que a pesar de haber muerto joven (3 años) su alma era vieja, serena, muy presente y profunda, estable y sabia. El era la mano derecha de la señora. Le ayudaba a cuidar a sus hijos y su comunicación con ella era profunda de alma a alma, muy empática y vivían un día a día muy conectados. Por ello su partida había sido tan dolorosa para su humana. La señora me dijo "sí, es el primer perro que realmente era mío, yo lo amaba, es la primera vez que logro amar a un animal de esta manera. No sabía que era posible tanto amor".
Buddy le dijo lo siguiente, que comparto aquí con el permiso de ambos porque siento puede ayudar a más personas: "Yo vine a tu vida para enseñarte lo que es el amor verdaderamente incondicional, así: profundo de alma a alma, sin una mente o un ego que lo empañe. Cuando yo llegué a tu vida te dedicabas solamente a atender a los demás y no pensabas en ti. Ahora sabes que eres capaz de amar de esta manera. Eres una rosa que abrió más sus pétalos y creciste y floreciste. Ahora puedes amar a otros mucho más que antes y sobre todo amarte más a ti misma. Puedes disfrutar del aroma de tu propia esencia, porque esa capacidad de amar tan profundo es lo que el alma viene aprender a hacer aquí. Aunque yo me haya ido y sientas este dolor de nuestra separación física, también está el gozo de haber aprendido a amar tanto. Ya no eres la misma que antes de conocernos. Este amor que se queda contigo es tuyo, para ti, no depende de que yo esté o de que me haya ido. Es tu capacidad de amar: a mi o a quien sea. Ahora sabes cuanto amor e inteligencia hay en el Universo, porque ya puedes amar así."
La señora dejó de llorar y sonreía todo el tiempo. Me dijo: "sí, yo siento lo que él me está diciendo. Es verdad. Incluso puedo decirte que comprendo y amo más a mis hijos después de Buddy. Es verdad que soy otra persona. Gracias por recordármelo y traer este regalo a mi vida".
Buddy estaba en la luz, dijo que su vida había sido muy feliz antes de la operación y salvo los episodios duros de los días previos a su muerte, todo había sido muy lindo en su vida en la tierra. Se sentía pleno por el amor compartido, aceptaba su vida y su muerte con total plenitud, estaba en paz y satisfecho. Había logrado hacer que un corazón humano floreciera, ¿qué más se puede pedir?...
Si tú tienes perro, gato, caballo como un miembro de tu familia, te invito a que sientas ¿cuánto te ha transformado ese amor? quienes damos amor, lo recibimos, y quienes damos y recibimos nos ensanchamos y vamos creciendo e integrando más seres en este amor que no distingue especies ni le importan los códigos genéticos. Este es el viaje del alma, amar más... y con mucha frecuencia, los maestros son nuestros discretos, peludos y gozosos animales de compañía.
Que maravilla encontrar este artículo, cómo abre mi mente y mi corazón .
Que identificada me sentí desde que llego mi primera perrita , mi amada Ona mi vida cambio al igual que la llegada de sus hijos Bonzi , Lennon y Yoko. Cada uno estuvo en un momento difícil de mi vida . Siento las palabras de Buddy como palabras de ellos mis grandes amores. Es más me ha pasado de verlos en distintos lugares corriendo. Solo quisiera saber si ellos están bien.